Obviamente, todo aquel que posee el permiso de conducir conoce las normas y los hábitos recomendados para tener una conducción segura. Pero la realidad es que con los años estos hábitos se vician y nos confiamos al volante, así que perdemos la conciencia de la importancia de las buenas prácticas.
Hoy nos hemos propuesto recordarte 10 buenos hábitos de seguridad vial:
- Revisar el estado del vehículo.
Parece una obviedad pero seamos sinceros, ¿cuántas veces hemos iniciado una escapada de fin de semana sin revisar en qué estado se encuentra el coche? Una pequeña revisión nos puede salvar de un gran susto, por eso nunca deberíamos perder esta buena costumbre, y realizar revisiones periódicamente y especialmente cuando nos disponemos a viajar por carretera.
- Ajustar el asiento del conductor y los retrovisores.
Un gesto muy sencillo que olvidamos a menudo, y que resulta de vital importancia especialmente en aquellos casos en los que compartimos el coche con familiares, parejas o amigos. En el caso de los retrovisores deberíamos revisarlos siempre, antes de arrancar el coche.
- Ponerse el cinturón de seguridad.
Es increíble, pero cierto. Todavía existen conductores que siguen sin ponerse el cinturón de seguridad, muchas veces porque realizan desplazamientos cortos o viajan por ciudad. Pues bien, en estos casos es igual o más importante que en el resto de desplazamientos, tanto como advertir y recomendar a las personas que nos acompañan en el viaje que también hagan uso del cinturón. No pensemos únicamente en las multas de tráfico, pensemos en algo mucho más importante, nuestras vidas.
- Utilizar los intermitentes.
Indicar siempre nuestra intención de hacer un cambio de carril, una incorporación, un giro, etc. Posiblemente este sea uno de los hábitos que más se pierden con la práctica, cuando es uno de los más sencillos de poner en práctica.
- Mantener la distancia de seguridad.
Imprescindible. Nuestra capacidad de reacción como seres humanos es la que es, y no podemos cambiarla, pero si podemos mantener siempre una distancia prudencial para tener ese tiempo de reacción que necesitamos y poder reaccionar ante posibles inconvenientes.
- Poner las dos manos en el volante.
Este gesto nos ayuda a mantener mejor el control sobre el vehículo, pero sobretodo nos impide distraernos con otras acciones que solemos hacer mientras conducimos con la mano que nos queda libre… Sí todos tenemos cosas en mente como; revisar el Whatsapp, juguetear con la radio, revisar si has dejado las llaves en la guantera,…
- Evitar el consumo de alcohol y el tabaco al volante.
Es evidente. Cualquier cosa que mingue nuestras capacidades de concentración y reacción debemos evitarla cuando conducimos.
- Prestar atención a las señales de tráfico y a nuestro alrededor.
Hay que estar concentrado en la carretera y en la conducción, y esto también implica estar receptivo a las señales que vamos encontrando por el camino, así como al resto de conductores y vehículos.
- Mantenernos siempre con buena visibilidad.
Tener en cuenta en que ángulo de visión estamos para el resto de conductores, llevar las luces correctas encendidas siempre que sea necesario, asegurarnos de que controlamos con los retrovisores todos los ángulos de visión, etc.
- Mantener la velocidad justa y necesaria.
Las señales de tráfico no son gratuitas. Si nos indican un límite de velocidad o una velocidad recomendada, o mínimo, es por algo. Debemos hacerles caso siempre y recordar que las prisas nunca son buenas, pero al volante pueden tener consecuencias irreversibles.
Por último recordaros que gracias al coche conectado y a sus avisos a bordo, podemos mejorar nuestros hábitos y el estado de nuestro vehículo, y ganar seguridad al volante.
Los comentarios están cerrados.