Cada vez que navegamos por internet, dejamos un rastro con nuestros datos, que nos perfilan al detalle como potenciales consumidores y permiten saber a terceros quiénes somos, dónde estamos o cuáles son nuestros gustos.
De manera los expertos ya consideran que los datos personales son el nuevo petróleo del siglo XXI.
Con ésta cantidad de datos que dejan los usuarios, las empresas ven en ellos el objetivo final de la racionalización de los procesos de negocio. Pero realmente, el verdadero desafío es qué hacer con los datos que se obtienen de los usuarios. Es decir, cómo utilizarlos de manera que sea beneficioso tanto para la empresa como para el usuario.
En el sector de la automoción ocurre lo mismo. En la 17ª edición del Informe Global de Automoción elaborado por KPMG, concluye que la tecnología y los datos que genera un vehículo durante su utilización será un elemento clave para ayudar a las marcas de automóviles a fidelizar a los consumidores.
El 82% de los directivos del sector encuestados vaticinan que los modelos de negocio del sector cambiarán en los próximos cinco años, y que el Big Data será el motor de éste cambio.
Beneficios de los datos de los coches conectados
Aprovechar toda esta cantidad de información que producen los propios automóviles y conductores dota a las marcas de herramientas para captar y fidelizar al cliente, y permite ofrecerles un valor añadido, así como experiencias personalizadas.
Los conductores son conscientes del valor que tienen los datos que se generan de su conducción, y el 82% de ellos declara que los beneficios económicos obtenidos a cambio de facilitar sus datos es la ventaja más atractiva, seguida de cerca por los incentivos comerciales (75%) y los servicios individualizados y experiencias de usuario dirigidas al cliente, según declara un 71%”, concluye el estudio.
Sin embargo, el informe de KPGM también recoge que cerca del 70% de los encuestados afirma que el uso de datos está en su fase inicial y algunos incluso declaran que de momento no se están utilizando.
De manera que las marcas tradicionales tienen ante sí un gran reto. En una era altamente digitalizada deberán revolucionar la innovación en la industria si quieren continuar siendo competitivos. Este cambio en el sector deberá ser tomado como una gran oportunidad.
Autor de la imagen: Ryan McGuire
Los comentarios están cerrados.